RNO es una filosofía de trabajo odontoestomatológico que se fundamenta en el equilibrio oclusal masticatorio como condición primordial para el mantenimiento de la salud en la boca.

La perdida de este equilibrio provoca problemas periodontales (encía y hueso) y en las articulaciones. Durante los movimientos de masticación la boca tiene que funcionar alternativamente por los dos lados. Las fuerzas masticatorias deben ser soportadas por todos los dientes, estando este equilibrio dentario en armonía con las articulaciones. Tiene que haber un equilibrio dentario y articular en el cierre y en los movimientos masticatorios.

Debido al desarrollo y a nuestras costumbres cada vez es más difícil encontrar este equilibrio y lo que vemos en nuestra clínica con más frecuencia son bocas viciadas con mala función masticatoria.

Las consecuencias son múltiples. En la boca la perdida de equilibrio masticatorio produce problemas en los dientes (roturas), problemas en las encías (sangrado, movilidad y perdida dentaria) y problemas articulares (síndrome de ATM, dolor de oídos, ruidos y dolor articular).

Fuera de la boca encontramos dolores cervicales o lumbalgías, jaquecas, vértigos y problemas más complejos como ansiedad, alteraciones digestivas e incluso anorexia.

La RNO es una medicina preventiva cuyo objetivo es conducir a la boca, desde la erupción de los primeros dientes a una situación de equilibrio mediante la estimulación de las propias fuerza naturales.

Los tratamientos de RNO se aplican desde el nacimiento hasta la adolescencia y se controla durante toda la vida del paciente. Se usan métodos sencillos y no agresivos como los tallados selectivos, las pistas de rodaje y aparatología removible que siempre deja libre la mandíbula permitiéndole los movimientos de lateralidad.

El objetivo de la RNO es mantener la boca con una función correcta (masticación bilateral alternada) y así conservarla durante toda la vida.

Hay una gran diversidad de síntomas debido a que la boca no trabaje correctamente:

  1. Dolor en las ATM o en oídos, que puede irradiar a la cabeza (cefaleas), mandíbula, boca, nuca, cuello y hombros.

  2. Dolor espontaneo o a la palpación en la zona del pómulo

  3. Chasquidos, crujidos, saltos y luxaciones de las articulaciones.

  4. Reducción de apertura, incapacidad para masticar, molestias al hablar, contracturas, apretamiento o rechinamiento de dientes.

  5. Taponamiento de oídos, perdida de audición, mareos, vértigos, picor en el agujero de la oreja.

  6. Molestias en los ojos, perdida de visión, visión doble.

  7. Adormecimiento de la piel de la cara.

  8. Sequedad de la boca, nauseas y vómitos.

  9. Nerviosismo y depresión.

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