La sedación consciente es una técnica que se aplica en algunas clínicas dentales y que tiene como objetivo facilitar la relajación de los pacientes. Está indicada para personas que sienten un alto nivel de estrés y ansiedad cuando tienen que acudir al dentista y someterse a un tratamiento.
Como su propio nombre indica, este tipo de sedación permite que la persona sedada se mantenga consciente durante todo el tiempo que dura el procedimiento dental. Sin embargo, estará relajada, tendrá sensación de bienestar y evitará la preocupación que le causa el tratamiento.
¿En qué tratamientos puedo pedir sedación?
Cualquier tratamiento dental puede ser realizado con sedación consciente (cirugía de implantes dentales, extracción de muelas del juicio, una endodoncia…).
Cuando una persona está interesada en someterse a sedación, en primer lugar es necesario realizar unas pruebas preoperatorias. De esta manera, podemos verificar que el paciente es apto para dicho procedimiento.
Esta consulta preoperatoria consiste en realizar al paciente unas preguntas sobre su salud, una prueba de coagulación y un electrocardiograma.
¿Qué síntomas tendré tras la sedación consciente?
Aunque el uso de la sedación consciente está muy extendido y no presenta complicaciones relevantes, es importante tener en cuenta que el paciente necesitará unas horas para recuperarse completamente.
Es habitual que la persona sedada sienta adormecimiento y una disminución de los reflejos, por lo que no podrá conducir ni volver a casa sola.
En su lugar, deberá acudir a la clínica dental acompañada de un adulto, que se quede a cargo del paciente durante las seis horas posteriores al tratamiento. De esta manera, podrá contar con ayuda hasta que el efecto de la sedación haya desaparecido por completo.
